Hace mil días estuve nervioso y callado. Ya lo había decidido unos días atras, el tiempo era poco, pero la forma en que nos llevábamos y me mirabas me dijo que estaba muy cerca de lograr un si inmediato, si ambos queríamos...¿Para qué fingir otra cosa? Un 29 de Febrero, hace exactamente mil días aceptaste ser mi novia y ninguno de los dos sospechamos lo que sería de nosotros mil días después a partir de ese viernes por la noche.
Mis nervios se desvanecieron a la luz de la Luna, afuera de tu casa, cuando ya aceptabas tomarme de la mano y tu risa respondía perfecto a mis bromas. Eramos dos extraños que se habían conocido inusualmente y sin esperarlo realmente, pero en pocas semanas de "hablar" contigo ya te soñaba, me bastó un abrazo, que a mi me pareció eterno, después de nuestro primer baile para quererte proteger entre mis brazos todos los días, porque ese día ¡vaya que lo necesitabas! Nunca te lo dije, pero desde que te vi cruzando el puente que después cruzarías n veces para ir por mi, cuando no me conocías me enamoré de ti, sabía que eras tú, mi respiración se detuvo y mi corazón latió fuerte, lástima que aun no me conocieras y ni siquiera hayas volteado a verme. Por suerte decidiste voltear, salir de tu salón urgentemente y aceptar todas mis locuras hasta el día de hoy, donde más que una extraña amiga bonita eres la más bonita amiga a la que extraño como no tiene idea, por la que me despierto cada mañana y siempre es lo último al quedarme dormido, hoy, solo, talvez mañana, dentro de otros mil días, las cosas sean un poco diferentes y me toque despertar a tu lado.
Gracias por apartarme un lugar en tu pecho, cerca de tu corazón, donde lo pueda cuidar al atardecer y al llegar la mañana despertar feliz porque fuiste tú la que llegó a cambiar mi vida, de la que aprendo y me sorprendo, de la que estoy perdidamente enamorado y cada día quiero mil y mil veces más que el día anterior.
¿Te quedas conmigo otros mil días? ¿Y después de esos mil, que tal si te hago la misma pregunta y dices que si? ¿Me quieres más que hace mil días? ¿Soy un preguntón?
Te vuelvo a esperar frente a la ventana, no me cabe duda de que volveras, tus ojos y tus besos me lo dicen.
