Te quiero sin prisas, lento y dispuesto, entreteniendo tus manos en mis espalda y dandome masaje con tus besos... Te quiero mio, en silencio, sin prisas, y menos miedos... te quiero una noche entera, tú y yo bajo la luna llena.
Prometo acariciarte hasta las pestañas y abrazarme al deseo de despertar a tu lado por la mañana. Te quiero así, en un mundo tan solo nuestro.
...Volvímos a donde empezamos, con las mismas ilusiones de aquel comienzo, con las alas dispuestas a emprender el vuelvo, el más alto y aventurero de nuestras monótonas vidas... Y aquí me tienes en la recta de salida, con la sonrisa más engrandecida que puedo obsequiarte, con la batería cargada de buena vibra y con el presetimiento de que en el camino nos ira bien... Te amo más que aquel 29 de febrero, cuando con voz tartamudeante dije sí, por que para variar, ni ese día me rogaste... Por que tenía que ser ese viernes, cuando quedará ignaurada nuestra historia, nuestra carrera, donde la meta quedá lejos, pero las recompenzas cada día son más prometedoras.... Aquí me tienes más enamorada que al principio, más yo, y es que contígo aprendí a conocerme, y a soñar cada noche, que todo lo que quieras, se puede!
Y mañana, miércoles, desde hace unos meses atrás, mi día favorito.... Promete ser más que especial.
¿Y qué si las miradas nos descubren? ¿Y qué si la gente nos critíca?
Contígo estoy preparada para devorar el mundo de un bocado.
Quiero acariciarte en la banca de la plaza aquella, sin reparos en la hora, ni los transeuntes, quiero que la media luz de un matiz delicado a nuestras proximas fotos, quiero practicar un ciento de veces el beso aquel... Hoy no tomaré nada para dormir, me basta para arrullarme enrredarme entre tus brazos, ojalá el sueño detenga el tiempo y se paralicé el mundo entero a nuestros pies.